domingo, marzo 05, 2006

Cuenca, el Cusco del Ecuador

Son las diez de la noche. El Cafecito, bar y hostal, esta repleto. Mi cama está en una habitacion que da al patio. De fondo se oye musica, una guitarra que toca algo parecido a un tango.
Por motivos "rateriles" debi cambiar mi locacion. Llegue a este famoso lugar que no descansa nunca. Eso si, a las doce se cierran las puertas y todos a dormir.
Cuenca es una ciudad hermosa. Patrimonio cultural de la humanidad, cuenta con un centro historico bellisimo, dos catedrales, la vieja y la nueva, bares y cafes, museos para todos los gustos. Los cuencanos tienen en claro como aprovechar la cultura. Hay festivales de musica, charlas, ciclos de cine y muchas cosas mas para el que gusta del arte.
Como en otros sitios del pais, el parque central y los colectivos tienen su propia musica. Desde la terminal terrestre me subi a uno para acercarme al centro, y todos viajabamos al ritmo de la salsa.
Desde hacia mucho tiempo, desde Cusco para ser preciso, no veia cholas. En Cuenca tienen un atuendo algo diferente, pero muy vistosos y coloridos. Las polleras generalmente son de un solo color, violetas, naranjas o verdes y el pelo es mas corto.
Cuenca esta rodeada por cuatro rios. Uno puede recorrer la ciudad de puente en puente, pasando por la parte antigua y la moderna. Hay una cierta cultura del agua, como aprovecharla y cuidarla, conservar los rios lo mas sanos posibles.

Esta ciudad tiene muchos museos para visitar. En el de Arte Moderno pude ver una retrospectiva de Guillermo Larrazabal, un artista que paso por la fotografia, la pintura y la escultura. Este mes se daban charlas sobre su obra. En la Casa de la cultura, un precioso edificio antiguo, con jardines iluminados, habitaciones decoradas a la perfeccion, pude ver una muestra de Ilasque, otro artista a tener en cuenta.
Y me decidi a pagar la entrada de un museo no gratuito!...me lo recomendaron y me mande...el museo de Pumapungo, o del Banco Central. Fueron tres dolares perfectamente gastados. Este sitio tiene dentro un museo de arte Sacro, exposicion de pinturas del Siglo XIX, un museo de arqueologia, otro de numismatica y , lo mejor, un museo de Etnografia. En este ultimo se hace un recorrido por todas las culturas originarias de Ecuador, un camino te va llevando con ambientaciones muy bien logradas de las viviendas autoctonas, musica funcional segun el lugar del museo donde uno este, historia de cada una de las etnias de la costa, la sierra y la selva. Un sitio especial dedicado a los Shuar (o jibaros, como se les llamo), los famosos reducidores de cabezas, con muestras de pequeñas cabecitas y la explicacion del porque lo hacian. Hoy en dia las leyes ecuatorianas prohiben, claro esta, degollar a una persona para reducirle la cabeza, por lo que los Shuar siguen haciendo su Tsantsa, asi se llama el rito, con cabezas de monitos perezosos.
Para terminar la visita, se pueden visitar las ruinas de Pumapungo, que estan detras del museo. A estas ruinas pre-incaicas le quedan poco de originales pero lo mismo valen la pena. Al final del recorrido hay una reserva de pajaros tropicales y no tanto, guacamayos de todos colores, gallinazos y demases aves que viven en un lugar bien cuidado.

Y ya llega la noche, nuevamente. Salgo de la habitacion tres y el bar esta repleto. Elijo sentarme en la barra, para charlar de futbol con los barman y tomarme una cerveza antes de dormir. Ya no suena el tango de fondo, pero el clima se mantiene igual: ideal.

Martin, febrero de 2006.

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